Historia
HISTORIA
FUNDACIÓN BETESDA se constituyó en Madrid el 30 de diciembre de 1994. Se trata de una entidad privada, de carácter aconfesional, cuya finalidad es la de prestar servicios a las personas con discapacidad intelectual y sus familias.
Nació de la necesidad de dar respuesta al problema de las familias que, teniendo personas con discapacidad intelectual, se acercaban a la Comunidad de Ayala. Ésta se planteó que»…Obras son amores y no buenas razones…» y desde el texto de la multiplicación de los panes y los peces, compartiendo, asumió el problema de las personas con discapacidad intelectual como suyo propio. Por ello trabajó para conjugar las voluntades de dos Asociaciones: la que ella misma ya constituía, Asociación Pública de Fieles Comunidad de Ayala, de la Iglesia Católica y la Asociación Los Olivos, formada por padres, tutores y familiares de personas con discapacidad intelectual. Lo curioso del caso es que, el día de la constitución de la Fundación, el periódico nacional de mayor tirada insertaba un chiste de Máximo en el que figuraba, como único texto que se pronunciaba desde lo alto, “Quedan ustedes invitados a panes y a peces”. Sin ellos saberlo, ¡era la noticia del día!.
En 20 años, la Fundación ha crecido en familias, usuarios y recursos, manteniendo en todo momento el objetivo con el que se creó, el de proporcionar servicios de calidad para las personas con discapacidad intelectual.
Los servicios de Fundación Betesda se adaptan a las necesidades de las personas a las que van dirigidos, así, se inició la actividad con una residencia y centro ocupacional, y posteriormente, con intención de trabajar la vida independiente en el año 2002, llegaron las viviendas tuteladas.
Con el afán de prestar más y mejores servicios, en el año 2012 se inauguró la residencia de la Avenida Gran Vía de Hortaleza, trasladando también el centro ocupacional, dotándolo de mayor capacidad, y un centro de día, para atender a aquellas personas que requieren de mayor nivel de apoyos.
Con esfuerzo, dedicación y sabiendo que en una época de difícil coyuntura económica, es necesario asumir un cierto nivel de riesgo si se quiere avanzar en la prestación de servicios, Fundación Betesda continúa trabajando para aumentar y mejorar su capacidad de respuesta para que todas aquellas familias y personas con discapacidad intelectual que lo requieran, tengan un lugar de referencia al que dirigirse.